Viaje con el dolor abdominal

La primera vez que nuestro hijo sufrió dolor abdominal hace 7 años fue bastante traumático, porque no sabíamos el motivo y pensábamos que podría ser una apendicitis. Él se retorcía de dolor y lloraba mucho y, nuestra impotencia iba aumentando. Después de una visita de urgencias nos quedó cierta incógnita, porque no nos dieron una explicación de cuál era el motivo. El tema de nervios apareció por primera vez.

A lo largo del tiempo ha ido sufriendo varios episodios de este tipo. Se producen cada cierto tiempo, pero no hay una periodicidad determinada, tanto en verano como en invierno, tanto de día como de noche. Ante esta variabilidad del origen y presentación del dolor y, después de haber llevado a nuestro hijo varias veces al médico (tanto de urgencias como visitas programadas), sentimos una gran impotencia por no recibir un diagnóstico claro. La explicación que nos dan siempre es que será por los nervios… y, nosotros, pensamos que esto no es cierto, ya que no sólo le da en época de exámenes, le puede dar durante el verano también… Descartamos esta explicación y nos quedamos huérfanos de respuestas.

Por suerte, el dolor se produce cada cierto tiempo, no es cada día, por lo que interfiere poco en su vida cotidiana. Eso sí, cuando le da el ataque, se queda entre 2 y 4 días en casa porque no puede hacer vida normal. El dolor le impacta mucho y se queda doblado en la cama. La única manera de calmar el dolor es doblarse como una bolita. También le ponemos una esterilla eléctrica, ya que con el calor parece que le calma un poco.

Por suerte, él ya empieza a convivir con este dolor y cuando le pasa está tranquilo, porque sabe el proceso que tendrá: al inicio mucho dolor y, después, con el paso de los días se le irá pasando

Sus otros 2 hermanos (7 años y 5 años) lo viven con normalidad y saben que su hermano tiene dolor de estómago de vez en cuando.

En resumen, lo vivimos mucho mejor que al principio (hace 7 años), somos conscientes de que no es algo grave lo que le pasa a nuestro hijo, pero lo que menos nos gusta es desconocer el origen de este tipo de dolores .

Manuel y Berta, padres de Pau.