Un 30-40% de los pacientes y sus familias son capaces de hacer frente al DAR sin necesidad de atención especializada una vez entienden los siguientes puntos:
- En primer lugar, debemos reconocer el dolor como real. Aunque se oriente como un síntoma psicológico y no orgánico, el niño siente el dolor.
- Es un trastorno de naturaleza benigna. Aunque sea un proceso crónico no implica riesgo para la vida del paciente ni riesgo de intervenciones quirúrgicas por este motivo.
- Es básico normalizar la vida diaria y recuperar las actividades habituales. Con la reanudación de las actividades (escuela y extraescolares) se pretende distraer el cerebro de estar pendiente del dolor.
- Se recomienda seguir una dieta variada y equilibrada, con presencia diaria de frutas y verduras, priorizar los cereales no refinados y evitar el consumo excesivo de azúcares. (Consultad la guía Pequeños Cambios para Comer Mejor)
- Hay que evitar (o afrontar) los factores desencadenantes y las ganancias secundarias.
Podéis aprender nuevas vías para afrontar el dolor y ayudar a afrontar el dolor a vuestro hijo. El objetivo es que podais continuar con vuestras actividades y vida normal, no necesariamente eliminar el dolor, sino que poco a poco, a lo largo del tiempo, éste se haga menos presente. En esta web os damos algunos consejos.